En épocas en que la masificación del envío de mensajes de texto facilita el enriquecimiento de gente inescrupulosa que lucra con ellos para satisfacer sus ambiciones espurias y mezquinas, no pocas veces rayanas con la estafa, es realmente inspirador comprobar que un número cada vez mayor de trabajadores sociales aprovecha esta misma plataforma tecnológica con el propósito de alcanzar metas nobles y desinteresadas. JustMeans acaba de publicar los resultados de un pequeño experimento llevado a cabo sobre 538 pacientes portadores de HIV en Kenia, que de alguna manera demuestran que un simple mensaje de texto preguntando "¿Cómo te sientes?" puede producir efectos benéficos notables en la salud de los destinatarios.
La experiencia piloto consistió en separar aleatoriamente al universo de pacientes en dos grupos: los integrantes del primero de ellos recibían con cierta regularidad SMS de apoyo emocional tales como "¿Cómo estás?", mientras que los del otro grupo no gozaban de este tipo de soporte. Los pacientes del primer grupo debían reportar vía SMS, dentro de las 48 horas de haber recibido la pregunta, si efectivamente se sentían bien o, en caso contrario, qué les estaba ocurriendo. Aquellos que reportaban un problema, o que directamente no respondían, eran inmediatamente contactados por la clínica para que ésta pudiera brindarles ayuda.
Al cabo de un año de puesta en práctica del programa se evaluó la carga viral de cada uno de los participantes, y los resultados que arrojó el estudio demostraron que el grupo testigo presentaba un 12 % más de niveles prácticamente indetectables de HIV en sangre, lo cual también se atribuía a una mejor sujeción a la toma diaria de la medicación prescripta.
A pesar de que existen muchos otros programas similares a éste, algunos de los cuales incluyen el envío de mensajes de texto recordatorios de la toma de la dosis diaria, los beneficiarios de esta experiencia en particular manifestaron que el principal valor que destacaban era el de tener la sensación de que "Alguien se interesaba por ellos...".
Este programa no fue concebido como un servicio recordatorio más, y el propósito era hacer hincapié en la variable emocional, de contención, que podía llegar a transmitir un sencillo mensaje de texto. Sobre la base de estos resultados numéricos, una proyección realista indicaría que la aplicación de este tipo de programas de ayuda emocional sobre los 300.000 keniatas portadores de HIV que reciben medicación gratuita por parte de ONGs estadounidenses permitiría alcanzar la cifra de unos 26.000 pacientes con carga viral cero, lo cual es bastante alentador...
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